TRES TIPOS DE DOLOR
- Pastor Natan Peña
- 18 feb
- 3 Min. de lectura
Estamos en el año de la evangelización. Nos urge despertar nuestra compasión por las almas perdidas. La iglesia tradicional nos adoctrinó con una mentalidad limitada. Nos condujo a estar cada semana en las cuatro paredes, sin mirar lo que realmente pasa en el mundo y eso nos convirtió en una iglesia rutinaria, legalista y religiosa.
La iglesia que Jesús levantó fue diferente. El salía a las calles, recorría las aldeas y pueblos en busca de las personas que realmente necesitaban la luz del evangelio.
Marcos 6:6 Y estaba asombrado de la incredulidad de ellos. Y recorría las aldeas de alrededor, enseñando.

Hace 18 años iniciamos la Iglesia el Shaddai y desde nuestros inicios tuvimos la mentalidad de salir a las calles a buscar los necesitados. Durante todos estos años, hemos visto miles de personas rendirse al Señor y cientos de testimonios de personas sanadas y liberadas por el poder sobrenatural de Dios.
Hay tres tipos de dolor que la iglesia necesita recibir para despertar el amor por la evangelización. La palabra compasión en griego significa; sentimiento de dolor por los males de otros, es ser movido en sus entrañas por el sufrimiento de los demás.
Hoy aprenderemos los tres tipos de dolor que Jesús experimentó y que lo movieron a la evangelización:
Primero: Dolor por el perdido. Es común leer en la Biblia que Jesús se rodeaba de pecadores y publicanos. Su corazón estaba con ellos.
Maros 6:34 Y salió Jesús y vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas.
El sintió dolor al ver las multitudes desamparadas y sin rumbo. Pidió a sus discípulos que oraran por obreros. Jesús no solo daba un mensaje; lo hacía con dolor, lágrimas y compasión por el perdido. La iglesia necesita un bautismo de compasión para evangelizar con pasión y sacrificio. Estamos muy cómodos en nuestros templos mientras afuera las multitudes se mueren diariamente y se están yendo al infierno.
Es tiempo de dejar el desenfoque que tenemos en nuestras iglesias y nos volvamos compasivos con los perdidos.
Segundo: Dolor por el enfermo. Durante años la sanidad y liberación han sido sellos en nuestra iglesia. Por ese motivo Dios me movió a organizar muchas cruzadas de sanidades y milagros este año 2025.
Mateo 20:34 Entonces Jesús, compadecido, les tocó los ojos, y en seguida recibieron la vista; y le siguieron.
Jesús sanaba con compasión. Me imagino su rostro, su dolor interno al ver a todos los enfermos que se acercaban a Él en busca de un milagro. Yo lo he vivido por años en cientos de eventos de sanidades que hemos realizado, y ver personas con enfermedades terminales viviendo sus últimos días es muy doloroso.
Nada causa más felicidad que ver a un niño sanarse por el poder sobrenatural de Dios después de haber estado diagnosticado con cáncer en etapa terminal. Lo he vivido por años y esa satisfacción no se compara con nada. Por ese motivo, amo tanto orar por enfermos porque cuando ellos se sanan, sus vidas y sus familias cambian por completo.
La iglesia de este tiempo debe romper con la tibieza y el conformismo. Es el momento de ser empoderados para convertirnos en la esperanza de millones de personas que están muriendo a causa de múltiples enfermedades. Si la iglesia no ora por enfermos estamos predicando un evangelio incompleto.
Mateo 14:14 Y saliendo Jesús, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó a los que de ellos estaban enfermos.
Tercero: Dolor por el necesitado. Son muchas las necesidades que tenemos como seres humanos. Jesús sintió dolor por los pobres. Así como predicamos que Jesús salva y sana debemos predicar que Jesús prospera. El se hizo pobre para redimirnos de la pobreza.
Marcos 8:2 Tengo compasión de la gente, porque ya hace tres días que están conmigo, y no tienen qué comer.
Tenemos que romper con la hipocresía religiosa. Da dolor ver las consecuencias de la pobreza; desintegración familiar, drogas, alcoholismo, suicidio, depresión, abusos, etc. Solo el que ha experimentado los estragos que causa la pobreza en la sociedad sabe el dolor que se siente.
Siempre he creído que debemos prosperar para ayudar a otros a salir de la pobreza. La única manera de ser de bendición a otros es cuando estamos bendecidos.
Pídele a Dios que este año te llene de compasión para poder ser luz a alguien que esté viviendo en la oscuridad. Si logras recibir compasión por los demás nunca más vivirás en la agonía de la envidia, la avaricia y el egoísmo. Quien vive para la visión, no sufre de depresión.
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